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Wednesday, March 16, 2005

Pasos sobre el marmol (Visita a Agra)

Finalmente ya estabamos en camino. Serian dos dias en la ciudad de Agra, a 200 Km de Delhi, donde podriamos apreciar aquella joya que permanecia imborrable en la mente de todos los que asistiamos al curso, mas aun en la mia, quiza uno de los participantes venido de las tierras mas remotas. El sueno de la madrugada dio paso a una animacion nacida un poco artificialmente de entre los bostezos y brazos estirados silenciados por el "oficial" del curso destacado en nuestro bus, quien improvisaba absurdas dinamicas. De nuevo el proscenio polvoriento y zigzagueante del bus dio paso a una serie de canciones de todas partes. Esta vez Julian, quiza haciendo honor a esa tradicion rola vallenatera, fue quien dio con la inspiracion. Asi que el binomio tuvo su reedicion India con el catchy phrase que hizo las delicias del publico: "chakucha, el ritmo que se goza, chakucha, viene de la arenosa". Concierto de apertura y ansiedad, preludio multilingue a esa sinfonia nivea que imponente se levanta solitaria en el valle de Agra. Testimonio omnipotente del amor algo necrofilo de un principe Mughal por su amada fenecida, lugar de preregirnaciones millonarias y foto obligada: El taj Mahal se presentia cerca.

El primer dia en Agra fue de acomodo en el Hotel. Las cinco estrellas se reflejaron en el magnifico bufet, donde la carne, ausente por un mes en mi dieta y por casi dos en el resto de companeros, fue devorada con furia y extasis que hacia casi obligatorio el hacer la fila de nuevo. Copas de lustroso aluminio se llenaron con helados y diversos postres, en un manjar que provocaba de mesa en mesa, la predecible y quejumbrosa charla de censura al comedor estudiantil. Luego en la tarde tuvo lugar la visita al fuerte de Agra, una de esas cada vez mas comunes, pero no por ello menos sorprendente, construcciones militares de estilo musulman y mughal de los siglos XV y XVI. Varias fotografias fueron tomadas apuntando a un horizonte no muy lejano donde se divisaba el Taj Mahal a unos 20 Km. Ya desde esa distanca se le veia maravilloso y solitario sobre una alfombra brumosa de aspecto verde. Ya desde esa distancia se adivinaba monumental, maravilloso e inolvidable. El dia cerro con la acostumbrada fiesta Kindergarten 1_Girl Vs. 200_Guys (espero tener tiempo para describir ests particulares fiestas) hasta las 11:00 P.M. pues las costumbres indias no permiten mucho mas. Eso y el sentimiento paternalista que mueve a los chaperones del viaje a extralimitarse un poco, no vaya a ser que los ninos se queden dormidos en las fabulosas habitaciones y pierdan el viaje.

El sol en Agra era canicular. Decenas de triciclos, tuktuks y carruajes tirados por caballos acomodaban a aquellxs que no soportarian una caminata de 10 minutos. Obviamente decidi caminar, siguiendo la sombra provista por un bosquecillo que guardaba el camino. Luego las acostumbradas murallas bermejas constituian un laberinto de minaretes y torrecillas que guardaban la perla apetecida. La caminata dio un giro mas hasta que una imagen de postal aparecio recortada en el contraluz de un arco. Enorme, rutilante y perfectamente simetrico el Taj Mahal me sorprendio desarmado. Correr era la unica posibilidad de transpasar el arco. Al otro lado se prolongaba un imponente jardin lineal atravezado por un delgado estanque que sospecho sediento por varias decadas . A media distancia entre el arco final y el Taj Mahal mismo, se levantaba una plataforma de altura media un poco torpe y disgresora del paisaje. Quiza fue ubicada alli para lograr fotografias decentes del prodigio. Tal vez si pertenece al complejo y la torpeza esta en mi apreciacion estetica regularmente ironizante. Alianzas increibles se creaban y destruian en el instante en que un obturador era presionado. La fotografia seria la unica prueba de su efimera vida. Imagenes para la posteridad de aquellos amigos que se empenan inutilmente en colectar correos electronicos que nunca se usaran en la mayoria de los casos. Yo ya lo se y poso con la resignada sonrisa de un estoicismo bien cultivado. Tras la sesion fotografica me dirijo al Taj Mahal mismo cuyas dimensiones reales se revelan solo a sus pies. De nuevo el ya acostumbrado ritual de quitarse los zapatos antes de tomar las escaleras. Todo es tan blanco tan inmaculado, centenares de personas caminan en todas direcciones absortas en la contemplacion. La plataforma sobre la que se ubica el cuerpo central esta guarnecida por 4 torres en cada esquina. El volumen central esta coronado por la enorme cupula en forma de cebolla, tal cual como aparecia en blanco y negro en la lamina de mi libro de texto de historia de octavo grado. Si en ese momento hace mas de 15 anos hibiese imaginado que algun dia estaria alli... Bajo la cupula todo es fresco gracias al marmol y a la sombra. Pueden observarse palomas volando en este microcosmos de piedra y ensueno. A nivel del suelo se encuentra el tesoro que guarda tan enorme monumento. Las tumbas de los amantes, protegidas por un biombo hexagonal, tambien en marmol, labrado en un solo bloque con riquisimos detalles y arabescos que dejan atisbar los cofres lisos, que no se si son tumbas reales o catafalcos. Rodear el hexagono lleva varios minutos por la multitud. Un guia con una linterna ilumina detalles de color que tras un examen ligero se toman por pinturas. La iluminacion de los detalles y el confuso Ingles del guia dan a entender que son piedras preciosas. Cientas de ellas. De todos los colores. Cada uno de los minusculos detalles resulta ser una piedra cortada a mano y encrustada en el marmol con suma precision. SImplemente sorprendente.

A la salida del cuerpo central, Olissa, una companera rusa observa como aun llevo mis medias puestas. Que torpe he sido. Comprendo e inmediatamente comienzo a caminar con los pies desnudos sobre el marmol. La frescura que se siente es reconfortante. Caminamos con un grupo de amigos alrededor del bloque con la cupula y decidimos acostarnos en la plataforma dejada por uno de los multiples nichos practicados en la estructura. Cada uno con una cortina de marmol labrado que presta la precaria pero adecuada iluminacion al conjunto central. Observando las palomas volar de la cupula a una de las torres esquinares una y otra vez, caemos en un ligero sueno colectivo satisfechos en la paz del lugar y quizas pensando como absorber el maximo para despues relatar la experiencia. O por lo menos ese es mi caso, aunque ya presentia que este blog de nuevo seria insuficiente. Tal vez por eso he tardado tanto, pues siento que cualquier palabra descriptora es sacrilega. Solo las corneas son dignas de aprehender de manera personal la maravilla del sitio. Una consulta a mi reloj barato de 5000 pesos regalado en Bogota rompe la siesta de la frescura. Bajamos corriendo las escaleras y me separo del grupo de resagados pues el sitio donde deje mis zapatos no estaba tan ajetreado. Me encuentro con uno de los chaperones que me toma del brazo y me empuja sutilmente con ese ademan Indio de sin querer queriendo. Aligero el paso para ganar el arco inicial y tener tiempo para la acostumbrada compra de chucherias. Una ultima foto con dos damas de Kirgyzstan que estan en mi hotel y que nos tienen en gran estima a Julian y a mi. El trato que ya no requiere palabras se efectua de nuevo: foto para uds. foto para mi. Digo adios y sigo a paso ligero, mientras reviso la imagen final del Taj Mahal en la pantalla de la camara. LLego al arco y volteo para ver por ultima vez aquel sitio que nunca olvidare. Abandono el portal con decision y sin voltear a mirar atras, como quien se despide de una magnifica amante de quien se tiene la certeza que nunca mas se volvera a ver.

2_t.g.w.m.e.
(Now it's your turn to see)

Saturday, March 05, 2005

Boda en Karol Bagh

La acostumbrada caminata nocturna que cada vez graba con mas firmeza las congestionadas esquinas de Karol Bagh en mi memoria, se vio perturbada por los estertores de la polvora y una musica de cobres de tono creciente. Mis pies animados por la curiosidad se estrellan con el polvo a mayor velocidad hasta que mi expectativa desemboca en una calle cercana a mi hotel. De repente mis ojos se encuentran con un colorido desfile hasta ahora inedito en las frias noches de febrero en Delhi. La musica ahoga felizmente el ajetreo del trafico nocturno de la calle Saraswati Margh y la paleta de los trajes, las plumas y las joyas triunfan sobre los neones y anuncios de metal. Es la celebracion de una boda India en Karol Bagh.

EL desfile es encabezado por un pequeno hombre que salta simultaneamente mientras lanza fuegos artificiales que rompen la monotonia abriendole paso a los futuros comensales. Varios invitados masculinos danzan en circulos levantando los brazos y cantando al ritmo de la musica de una banda de vientos que impregna la atmosfera con sonidos marciales y orientales. Vestidos de seda blanca en forma de kepis y coronados por un turbante con plumas, los orgullosos musicos marchan flanqueando ambos lados del grupo, anunciados por un estandarte en donde se lee "Karol Bach musical Band". Toda la comitiva es guardada por varios hombres dispuestos en los costados mas externos portando lamparas de cristal que son alimentadas por un camion con una planta electrica lejos en la retaguardia. Los gruesos cables negros que dan vida a las bombillas son cuidados por jovenzuelos que los mantienen a salvo de cualquier obstaculo. Justo en el centro, como una fruta secreta, se encuentra el colorido grupo de mujeres que costudia a la novia. Sus vestidos de ricas telas son tan fastuosos todos que me es imposible identificar cual es la homenajeada. Las mujeres mas viejas caminan pacientes cogidas de las manos con una mirada de tierra, las mas jovenes explotan cada vez en cuando en una danza caleidoscopica que gira como un enorme molinete impulsado por sus carcajadas y el esplendor de una cascada de sedas en donde es posible percibir una femeneidad incipiente pero efectiva. El zoom de la camara se excita y a traves de la pantalla de cristal liquido unos ojos Indios me miran directamente por primera vez, regalandome una sonrisa en ese momento en donde el exhibicionismo y el voyeurismo anulan cualquier recato. La apariencia de las bailarinas hace conjeturar una novia joven, quien pronto dejara de ser nina para ser entregada al orgulloso novio.

Un par de caballos blancos con atavios brillantes tira de un carruaje saturado de flores. Algunos entusiastas trepan en el y hacen muecas a las multiples camaras que se disparan por doquier. Sentado en el carruaje, el novio con gesto imponente observa tranquilamente su sequito y sus observadores, sabiendose en rey de Karol Bagh por una unica noche, aunque segun me han informado las celebraciones duran una semana. Este desfile hace parte de la noche cumbre, aquella que terminara sus horas bajo la tienda ceremonial, una de las cientas que supongo cada noche (algunos viajes en Tuktuk asi lo han sugerido) florecen erguidas y graciles en cualquier fangoso baldio de Delhi. Esta es la primera que veo de cerca. Los destinos de dos "vecinos" de Karol Bagh estan en proceso de enlazarse por el resto de sus vidas. Y aqui la expresion es literal.

La amplia tienda de blancas faldas, abriga una uniforme pero prudente iluminacion. El barrialero yace invisible bajo algun plastico tapizado con alfombras de generosa area e increibles patrones bordados. En un lado se observa un bufet y en el otro una tarima donde finalmente en sendos tronos los novios reciben a los invitados que suben a felicitarlos. Una banda de musicos ameniza la noche que apenas esta comenzando. Por un instante me decido a entrar pero un sentimiento de sacrilegio me corroe y no me atrevo. Solo seria un intruso con una camara, robando momentos y sentimientos. Sandy, el dueno del cibercafe donde escribo los blogs, me ha prometido que puede arreglar mi asistencia a una boda. Mas ahora la espera es algo incomoda. Ese egoismo de explorador me hace lamentarme por no haber entrado aquella noche. Tal vez asi podria terminar esta entrega de una manera mas decente. Aun asi, me hace falta sensibilidad y una caja de crayones en mi cuarto para pintar todo lo que he visto. Las palabras se antojan atrofiados sustitutos. Por ahora me queda solo el recuerdo de aquella nina cuya azafranada seda se agitaba como un crepusculo brumoso, donde las lentejuelas, como muchos ojos, eran las moscas del polvo convertidas en unicas y precoces estrellas.

LFM

2_thegirlwithmanyeyes
(2-many languages to learn
2-many eyes to see them)
BONUS TRACK (INFANTIL)

El estar en la parte posterior del bus daba tiempo suficiente para pensar. Sabia que la decision estaba mas en mis manos que en las de Julian. Piensa rapido. Mi memoria orgullosa flaqueaba. Odio este tipo de dinamicas de todos participan. Nuestro turno de acercaba. De repente la idea vino a mi. Una sola estrofa facil con un coro pegajoso. Fue todo un exito. Mi usual repaso posterior de los hechos me descubrio que la mente obra de manera muy extrana, pues el estribillo curiosamente conectaba a Colombia con la India. Asi, a las 11 de la manana, en camino a una exposicion de artesanias, veinte nacionalidades diferentes, con nosotros, la minuscula representacion Colombiana al frente enloquecieron con esa antigua y tradicional melodia que dice tan sabiamente: "Y la iguana tomaba cafe, tomaba cafe a la hora del Te (Bis)"

LFM

Friday, March 04, 2005

Karol Bagh: Mi barrio

"Namaste" (un "Hola" multiuso en Indy) musita James tras una nubecilla de humo que se desprende de la taza de te con la cual sostiene la noche en la recepcion del Hotel. Una sonrisa asoma sus dientes tras un espeso bigote en esa expresion aun para mi indescifrable, que parece a la vez una burla o una muestra de profundo respeto pacifico. La misma del portero cuando me abre la puerta y soy recibido por la manana de Karol Bagh, el barrio donde me quedo. En las mananas, las calles de Karol Baugh se desdoblan bajo una niebla de polvo y humedad que incluye como "barrus track" en los dias lluviosos un lindo embetunado tipo "cloaca Indy". Debi haber traido unas botas "la macha" me digo a mi mismo mientras recuerdo como brincaba sobre la maleta en Cali para poder acomodar la coleccion de chancletas y guayaberas que traje inutilmente, para reforzar mi falsa y repentina imagen de latino sabroso disenada por mi departamento de marketing levantadoristico ;). Tras caminar casi todos los dias por Karol Baugh, uno se da cuenta de que la densidad de hoteles por calle supera las cifras de la densidad de poblacion India. Se abultan los neones alimentados por intrincados cableados que parecen de barrio de invasion mientras las dos vias principales que flanquean el barrio rugen desde tempranas horas. Despues de largas horas de contemplacion que he aprendido en mis clases diarias de meditacion hindu he concluido que cada una tiene alrededor de 50 carriles y todos van en distintas direcciones. Los andenes, que aparecen con la periodicidad de una mujer agraciada por estas tierras (ejem, libre interpretacion) sirven principalmente como lecho para una gran cantidad de perros mudos. Si, senores y senoras, al parecer los perros aqui han optado por practicar el metodo Gandhi y pacen en silencio y ayuno todo el feliz dia retorciendose entre el barro. Mas inteligentes que nosotros, no agregan mas ruido a la cacofonia interminable de las calles de Karol Bagh.

El principal pasatiempo en el Barrio, es el "shopping" (parezco cubana exiliada en MAYAMI) pues las calles de 50 carriles en las noches convierten 48 en un mercado ambulante, donde se encuentra de todo. Principalmente medias para los turistas de las cuales ya adquiri unas cuantas, pues las mias las rompi de tanto andar sin zapatos en todas las mezquitas que he visitado. Los vendedores, que son mas acusiosos que un paisa en apuros y que no siguen el ejemplo de los perros, gritan sin cesar y apenas perciben la cara de turista de su merce, lo persiguen insistentemente diciendo "hallo friend, hallo. Very good price" esperando el milisegundo en que ud. alma desgraciada, se atreva a mirar por un instante la mercancia. Alli, ya todo esta perdido y el rito de la estafa da su inicio. Su practica rine en adeptos con el Hinduismo y culto de Ala. Sorprendentemente, estos vendedores son poliglotas de oido agudo y entrenado en varias lenguas. Lo he constatado cuando con mi companero cruzamos un par de palabras en Espanol e inmediatamente el vendedor replica: "Ah, espanol amigos. Es baratos amigos. Venga, venga. Buen precio". Varias veces he indagado con curiosidad sobre el fenomeno al cual responden igualmente en espanol : "Nunca he estudiado. Aprendi vendiendo". Que tiemblen los estirados traductores de las Naciones Unidadas porque con la globalizacion y los salarios de a peso de po'aca, estan perdidos!. Yo sospecho que hemos sido traidos aqui como una conspiracion del gobierno Indio para impulsar la economia local consumiendo. Por eso no existen otros sitios de esparcimiento en el barrio, solo hoteles, cafe internet y tiendas de todos los tipos.

En conclusion puedo decir que es un barrio agradable e interesante, y aunque ya estoy cansado de las excursiones nocturnas de shopping de baratijas (perdon, perdon. Productos de excelente calidad y fina coqueteria que seran llevados de regreso a lxs lectorxs mas fieles y a los patrocinadores) es un lugar pintoresco, tranquilo y completo. Karol Bagh, mi barrio por dos meses, al cual retorno con una sonrisa en la cara todas las tardes despues de las clases, en donde esforzadamente (por las madrugadas tan berracas) y con paciencia India, voy conquistando poco a poco un curso cuyo diploma muy seguramente constatara en letras goticas sobre papel Kimberly de juncos del Ganjes, la principal habilidad adquirida: REGATIADOR.

Para la chiquilla mocosa

LFM

SObrecarga en la red Delhi

Las calles reptan sucias y ajetreadas en un patron que un mapa de 30 Rupias empieza a despejar. En cada esquina se interlazan un taxi, un bus, un automovil, una bicicleta, un triciclo, un tuktuk (motocarro) y a veces una vaca en un nudo imposible. Una torpe pose de Kamasutra entre carne y latas viejas lubricadas por gasolina. Apunto de colisionar, apunto de generar la congestion mientras la ventana del destartalado bus que nos lleva al instituto resuelve la confrontacion de manera pacifica. Nadie grita a nadie, y a pesar de los pitos y las campanas de las bicicletas, los implicados siguen su camino sin inmutarse. Las miradas laten en las calles anhelando sus destinos. El humedo y seco invierno Indio arrecia y nos hace desear las viejas paredes del instituto. La sobrecarga del trafico parece funcionar, no importa cuan polvorienta e interrumpida este la red. EL caos en movimiento.

El internet del laboratorio del Instituto, podria ser descrito como una mierda. Decenas de estudiantes freneticamente presionan el icono de Refresh con la esperanza de enviar un mensaje a casa. La frustracion es la expresion mas comun de las caras. Los paquetes de suenos, fotografias, confesiones o simples saludos estan condenados al naufragar en los ruinosos cables. Perdidos y desubicados al igual que nuestros pasos por las calles de Karol Bagh, el distrito donde nos quedamos. No hay nada que hacer, deambulando como paquetes de datos extraviados envueltos en abrigos baratos, esquivar vendedores con exito se ha convertido en el pasatiempo favorito. "Very good price, my friend", "Very good quality" es el interminable cantico de los los mercachifles, el cual ha llegado a convertirse en la broma del dia. Pronto, "Very good price my friend, just 100 rupies" desplazara al Gud_Mornin mientras la paciencia de algunos discurre a la desesperada petrificacion por resignacion en una red de expectativas y deseos ocultos que se ha bloqueado.

Sin embargo, cada vez mas nuevas conexiones van floreciendo rebeldes violentando felizmente los muros del idioma, las costumbres o la simple timidez de un crisol de voces buscando ser oidas en un vetusto edificio ubicado en el distrito de Jaypuri. Una mirada, un chiste en pesimo Ingles, una sonrisa inesperada, la cuidadosa mirada de alguien que te observa con curiosidad antropologica, son los conectores de la esperanza. Los sentimientos se apresuran a salir. Las experiencias arden ocultas esperando ser almacenadas. El flujo de la vida es la unica sobrecarga admisible en la red de Delhi.

LFM

PD: No salio


Bienvenido a Delhi

Mi estomago habia perdido ya el rumbo. EL tiempo se habia convertido es una masa amorfa que cobro un tenue significado cuando los monitores del Jumbo dictaminaban la 1:30 de la manana en nuestro destino, Delhi. Sera que alguien nos espera? fue la preocupada pregunta que Julian, mi companero de viaje en esta aventura me hizo mientras me miraba con ojos expectantes. Unidos fortuitamente por la burocracia del ICETEX y la aficion a maldecir estos aeropuertos globales donde solo se consiguen hamburguesas. La de Caracas, auque obtenida tras una espera enorme por lo menos estaba rica. La de Frankfurt fue la vergonzoza capitulacion de nuestros orgullos en un McDonalds, unica alternativa ofrecida. Los jugos gastricos echan al suelo cualquier pose. Afortunadamente estaban los generosos menues de Lufthansa que hacen sentir verguenza de nuestros sanduchitos insignificantes con cajitas de Tutifruti. Los vuelos transcurren entre el Jazz del canal 12 y el Rock del 7. Tiempo para pensar y recapitular mientras la ventanilla es una pequena pantalla de TV muerta la mayoria del tiempo. Cobro vida en algun lugar sobre alemania donde un horizonte bermejo me recordo el hermoso pero inalcanzable fruto por primera vez rojo ante mi, que me fue regalado en la terminal de cali. Donde los altavoces cargados de voces teutonas dulces y femeninas hacian eco de la siempre tierna y aterciopelada voz que me recomendo pintar la ebriedad que sufririan mis ojos, la ultima noche en Colombia (lo intentare con palabras). Donde la constancia de una nueva y absurda amiga me reconfortaba. Donde curioso acepte el coqueteo mutuamente nervioso de una gringa, con la tranquilidad que une a los que tienen la certeza de que nunca se volveran a ver. El avion aterriza y la evocacion pierde sus alas.

"CiEmCi" "CiEmCi" (CMC nombre del instituto) grita un minusculo muchacho de rostro cetrino mientras agita un brazo y sostiene un letrero con nuestros nombres en esforzada caligrafia a la salida del aeropuerto de Delhi. Julian respira con mas tranquilidad mientras yo apresuro un apreton de manos y me estrello por primera vez con el Ingles Indio. Salimos a la madrugada de Delhi saturada de fria niebla. EL clima es helado y habiamos sido enganados por los torpes asistentes en la embajada. Somos dirigidos a un carrito que nos conducira al hotel, crei entenderle a la boca cetrina. Desayuno a las 7 am. El pequeno muchacho se retira con una inclinacion de cabeza. Las calles del aeropuerto a la ciudad son una caotica simbiosis de concreto y bosquecillos raquiticos y rebeldes. Hay algo tan remoto pero a la vez tan familiar en el paisaje que nos ocupa, la vergonzoza memoria colectiva del tercer mundo: El caos vehicular donde se ajetrean camiones rusos en donde la imagen de la muchacha de playa en espejo de nuestra iconografia camioneristica ha sido reemplazada por esvasticas (hay que recordar que la esvastica es una antiguo simbolo indoeuropeo violentado, reconstituido y dotado de un significado ominoso para los occidentales por los nazis) es cobijado por la omnipresente mole de concreto de la linea de metro elevado que se esta construyendo. Varias fogatas calientan a personas de quienes no podria decir si son mendigos u obreros. Las construcciones son ruinosas y solo diviso fachadas fastuosas en edificios gubernamentales, especialmente militares. Ansio el hotel. Pregunto a un retrovisor que solo ofrece unos ojos negros en una cara sepultada por un turbante cuanto falta. Solo recibo silencio, pues el conductor no habla ingles y el ignorarme es su instintiva respuesta. Los distritos de deslizan mendicantes hasta que el carrito inicia las tortuosas paradas en varios hoteles donde al parecer somos rechazados. La lengua puede ser ininteligible pero los gestos son universales. Eso y la improvisacion propia de nuestros paises hermanados en la alegria y el desespero. Royal residency finalmente nos acepta. La cama es dura y se que no podre conciliar el sueno en las 3 horas que nos quedan antes de que el telefono suene, si es que logre entenderme efectivamente con la recepcion. No me importa me repito toda la noche, pues ya estoy sumergido en un inesperado sueno de 2 meses. LFM